Forma parte de un grupo de música. Le encanta la ficción. Y siente una especial predilección por títulos como Malditos bastardos, Los odiosos ocho o Django desencadenado. Esa pasión le ha empujado a crear su propio western.
Era su gran premisa para darle forma a la saga Condenado Hundido Envenenado. Lo hace combinándola con la cultura vudú y la mística que ofrece este «rasgo paranormal».
El uruguayo de 33 años realizó un proceso de documentación digno de admirar. Las costumbres, locaciones y el armamento le guiaron antes de lanzarse a escribir. El vudú era lo que más respeto le generaba. «Me encontré con una religión muy noble que tiene mucho de ficción con el tema de los zombies», señala.
Charlo con él después de haber tenido el privilegio de reeditar Condenado Hundido Envenenado. Es su primera novela publicada. Puedes encontrarla en Amazon.
Nos lleva al Oeste de Estados Unidos a partir de 1860. Charles S. Priest y sus secuaces roban un tren en Texas, esconden el botín y huyen perseguidos por la ley. Al llegar a Nueva Orleans comienzan una serie de misterios que dan pie a una trama trepidante.
1. ¿Qué fue lo que te impulsó a crear una saga que combinase western con la cultura vudú?
Desde distintas y variadas fuentes llegó la influencia para mezclar todas estas ideas en una historia en común. Era consciente que no quería hacer un western clásico sin elementos fantásticos que le dieran un toque particular. El vudú y la mística que lo rodea era la oportunidad para brindarle un rasgo paranormal y de fantasía. Eso hace que la novela sea aún más interesante. El Bayou, Louisiana y Nueva Orleans están rodeadas de una gran mística. Comencé a descubrirlo en programas de televisión, documentales, películas y hasta videojuegos.
2. ¿Por qué decidiste contar la historia a través de un diario?
Quería generar la experiencia de trasmitir al máximo lo que sentía el protagonista. La oportunidad más realista sería que él narrara lo que sentía y pensaba en cada momento. Además, la omisión de información y el desconocimiento de algunos eventos ayudan a plantear los giros de trama que mantienen al lector al filo de la historia.
«Me llamó la atención investigar sobre las armas y el tiempo que tardaban en cargarlas»
3. ¿Qué es lo impactante que te has encontrado en el proceso de documentación?
Cuando comencé a escribir la saga, entendí que no quería hablar sobre el periodo histórico (1860-1907) sin antes instruirme debidamente en sus costumbres, locaciones y armamento. Al comenzar a estudiar me encontré con elementos fascinantes. Por ejemplo, las armas y el tiempo que se tardaba en cargarlas y acondicionarlas. Sin embargo, lo más difícil fue estudiar sobre la cultura vudú. Se debe a que hay muchos tabús e ideas erróneas a su alrededor. Derribando preconceptos me encontré con una religión muy noble que tiene mucho de ficción con el tema de los zombies, los muñecos y los sacrificios. Eso más bien es adaptación a conveniencia de la televisión o el cine.
4. ¿Qué se van a encontrar los lectores que compren tus libros en tapa dura?
Van a encontrar una edición con mucho trabajo detrás y detalles muy cuidados. Una linda oportunidad para agregar un título con una portada muy bonita y con el toque especial que agrega la tapa dura. Un plus que sin dudas da mucha calidad a la presentación exterior de un libro.
5. ¿Cuál es el mayor reto para llegar a los potenciales lectores que residen en Europa?
El género. En la actualidad el western está retornando a un paso silencioso a través de series y películas. Todavía falta un gran salto en la literatura. Me animé a escribir sobre él, ya que es un contenido que me encanta. Creo que el público lo toma como un género aburrido y poco llamativo. Por eso, el principal desafío es lograr que el lector le dé una oportunidad a la historia. Así lograríamos derribar preconceptos o la inseguridad de leer este género que pasa desapercibido para una parte del público.
6. ¿Por qué dices que Tarantino ha influido mucho en tu faceta de creador de ficción?
Conoces el mural que tengo sobre mis películas favoritas (risas). Hay muchas fotos en él. Bastardos sin gloria, Django o Los 8 más odiados están entre mis preferidas. Tarantino me hace ver el cine desde otra perspectiva. Estudio cada diálogo y cada toma que hace la cámara, para apreciar el detalle y el porqué de cada elemento que se ve en la pantalla. Siento admiración por Quentin. ¿Quién no podría admirar de igual manera al gran Christoph Waltz? No podía escribir en este género sin refugiarme en sus métodos y características tan peculiares que muy arraigadas quedaron en mí luego de ver sus películas.
«Todavía falta un gran salto del western en la literatura»
7. Como sé que te gusta el cine, ¿qué película uruguaya nos recomiendas? ¿Y qué título del cine español te ha marcado?
Les recomendaría El baño del Papa, una película del 2007 que muestra mucho de nuestra cultura e idiosincrasia. La mejor película española para mí es El cuerpo, del director Oriol Paulo, con Belén Rueda y Hugo Silva en el reparto.
