¡Enhorabuena! Si estás leyendo este post me imagino que será porque tienes una presentación a la vista. Me alegro muchísimo. Es un día muy especial, sobre todo la primera vez.
Por eso quiero ayudarte a que el recuerdo sea bonito. Esa es la razón por la que he decidido contarte lo que suelo hacer.
¿Qué necesitas?
Es una pregunta que nos hacemos de manera constante la primera vez. ¿Quién lleva los libros? ¿Qué preparo? ¿Creo marcapáginas? Es normal, yo también me lo cuestionaba.
Ahora que ya he organizado varias presentaciones, tanto mías como de compañeros quiero contarte lo que mejor me ha funcionado. Eso no quiere decir que tengas que aplicarlo a rajatabla. No. Quédate con aquello que te resulte útil.
Si eres autor autopublicado tienes que hacer previamente un pedido de ejemplares. ¿Cuántos? Haz un cálculo aproximado de la gente que va a asistir a la presentación. En función del feedback recibido plantéate cuál sería el número idóneo. Te recomiendo comprar alguno más por si acaso.
Haz un pedido de ejemplares en función del feedback recibido.
Ten en cuenta que a la presentación irá gente que no comprará. Otros, quizás, se lleven más de un ejemplar porque quieran regalarlo. Por eso conviene llevar alguno de más.
Eso no quiere decir que si van a asistir sesenta personas tengas que comprar doscientos. Ve con cabeza. No olvides que todos aquellos ejemplares que no vendas te los llevarás de nuevo a casa. Y créeme que es duro ver cajas llenas cuando ya ha pasado el gran evento.
Si te ocurriese eso te recomiendo sacar promociones puntuales y/o buscar nuevas presentaciones en otros lugares. También puedes regalarlos o enviárselos a bookstagramers para que te ayuden a difundirlo.
¿Qué llevo además de los libros?
Mi consejo es que, siempre que sea posible, acudas unos días antes al local. Te ayudará a conocer las posibilidades del establecimiento. ¿Hay wifi? ¿Hay enchufes? ¿Hay micrófonos? ¿Cuántas personas caben? ¿Hay una mesa para dejar los libros? ¿Hay otra para la presentación? Son preguntas que debes plantearte.
Asegúrate de que hay un espacio reservado para que la gente pueda comprar tus libros. Si es una mesa decórala a tu gusto, siempre que sea posible. Pon carteles indicando el precio y diciendo que luego firmarás.
Lleva un pequeño picoteo para el recibimiento. No te asustes, pueden ser caramelos. No hace falta complicarse mucho en ese sentido. Los sitúas en un platito en la mesa de los libros y así generas unión.
Delega en personas de tu confianza para que te ayuden.
En esa misma mesa añade los marcapáginas para que la gente pueda cogerlos. Además, en cada libro que vendas incluye al menos uno. Puede ser un bonito recuerdo. Es una forma de que los lectores te tengan presente mientras leen tu libro.
Para el dinero te recomiendo llevar una cajita. Te ayudará a tenerlo todo controlado. Y muy importante: lleva cambio. A mí me pasó que vino una persona a la que no le podía dar las vueltas y le tocó esperar. Si podemos evitarlo: mejor. Lo ideal sería que delegases en alguien para que ejerciera de vendedor. Tu misión es presentar el libro. Ahí es donde tienes que poner el foco. De lo demás, es mejor buscar a una persona de confianza.
¿Qué material necesito del local?
Si es en un salón de actos aprovecha al máximo los recursos. Un micrófono y un proyector te pueden venir genial. Imagínate cómo quedaría el booktrailer o un vídeo con testimonios de los primeros lectores. Ayudaría a ganar mucha confianza.
En ese caso acude con tiempo para probar el sonido. Asegúrate de que se vea y se escuche bien. Hacer pruebas en pleno directo genera imagen de dejadez. Además, la presentación debe ser dinámica. Esas situaciones desconectan al público.
Evita hacer pruebas en pleno directo. Revisa la parte técnica antes de la presentación.
Si hay wifi podrás plantearte emitir la presentación por streaming. Puede ser una muy buena forma de llegar a gente que no ha podido asistir. También sería interesante que algún familiar grabase vídeos cortos y sacase fotos para redes sociales.
En mi primera presentación lo que hice fue dejar una cámara fija para grabarla. Luego, mi padre fue moviéndola para captar las preguntas del público. Después colgué el vídeo completo en mi canal de YouTube. Así la gente pudo verlo.
¿Y para las firmas?
Una vez finalice el tiempo de preguntas llegan las firmas. Es el momento más bonito de la jornada. Vas a necesitar varios bolis y una persona que te ayude con las fotos. Hay gente que querrá llevarse un bonito recuerdo de ese día. Por eso, mejor que os hagan la foto. Un selfie no va a quedar igual.
Dedícale a cada persona el tiempo que se merece, pero no olvides que tienes que firmar a todos. Por ello, sitúa un reloj que te ayude a orientarte. Días antes de la presentación conviene escribir las dedicatorias en una hoja. Te ayudará a ganar muchísimo tiempo en el turno de firmas. No tendrás que pensar. Créeme que cuando tienes que firmar a una velocidad de vértigo es difícil escribir buenos textos para todos.
Por esa razón si ya has practicado, te has preparado esquemas y tienes claro lo que quieres irá más rápido. Y eso la gente lo agradece. Piensa, ¿qué te gustaría a ti como público? Agilidad y dedicatorias chulas, ¿verdad?
Escribe previamente ideas para las dedicatorias en una hoja. Ganarás muchísimo tiempo.
Cuando termines recoge el material utilizado. Guarda en cajas aquellos libros que no se hayan vendido. Y disfruta del momento. Es una oportunidad muy bonita. Ya habrá tiempo de pensar en qué ha funcionado, en qué debes mejorar y dónde será la próxima.
Aquí te dejo el vídeo de una presentación que hice en la Feria del Libro de Xilxes. Fue en un ambiente informal y en un paseo marítimo. Si prefieres ver una más formal te dejo la que hice en Quart de Poblet.
Y ahora te pregunto, ¿has tenido la oportunidad de presentar un libro? ¿Qué es lo que más te gustó de ese día?
Si tienes alguna duda que quieras preguntarme escríbeme un correo y te contestaré en menos de 48 horas laborables.
