La vida le lanzó un gran reto hace siete años. Lo aceptó y desde entonces siente una especial pasión por las personas. Le encanta ayudar a los demás a crecer. Por eso decidió ejercer de coach de forma altruista en su tiempo libre.
Este proceso le ha permitido evolucionar. Afronta la vida desde una perspectiva más optimista y motivadora. Siente que ha conectado con su yo interior.
Creció en su adolescencia con Un mundo feliz, de Aldous Huxley, bajo el brazo. Años más tarde conoció a su futura mujer y después llegaríamos mi hermana y yo. Juntos hemos compartido grandes momentos en familia.
Los Goonies y Regreso al futuro nos permiten soñar con la ficción. Aunque si hay un personaje que le encanta a mi padre ese es Forrest Gump. «Su inocencia se convierte en inteligencia ante la vida», reconoce.
Luis Crespo Martínez nació en Quart de Poblet en 1965. Precisamente en su localidad natal ha presentado el ensayo Cambiar para disfrutar y las novelas El ángel que podía verme y Un sueño revelador. Este último título aborda una trama policíaca con crecimiento personal. Es su nuevo proyecto y mi favorito de su bibliografía.
1. Padre, ingeniero, coach, conferenciante, profesor, escritor e incluso pianista durante un tiempo. ¿Cómo trabajas para encontrar la motivación en cada faceta?
Para ser padre no necesitas motivación, lo haces por amor. Mi familia es un tesoro. Me gusta la ingeniería, pero ya no me apasiona como antes. Cuando la vida me lanzó un reto hace siete años y lo acepté, el rumbo de mi pasión giró de las máquinas hacia las personas. Fue a través del coaching, las clases y conferencias. De ahí la evolución hacia los libros para llegar a más gente. Es una mezcla de ingredientes muy rica con un objetivo común.
Empecé a tocar el piano con 40 años en mis escasos ratos libres. La dedicación se debilitó porque mi cambio como persona lo requería. Cuando me enfoco en algo lo hago a tope y no hay tiempo para todo lo que queremos hacer. Este año retomaré el piano con fuerzas renovadas.
2. En tus libros abordas el crecimiento personal desde diferentes perspectivas. ¿Cuál es el primer paso que deberíamos dar para sentirnos mejor con nosotros mismos?
Vivimos en una montaña rusa emocional. El primer paso es pararse y respirar profundamente para ser más consciente. Al llegar la noche, prueba a apagar la tele, el móvil y el portátil; en la pantalla se mostrará tu imagen. Escucha el silencio y reflexiona sobre lo que te ha sucedido ese día. Te aportará mucho más de lo que imaginas. Se trata de buscar lo que nos hace sufrir y que podemos cambiar para disfrutar más de la vida.
3. En Un sueño revelador encontramos a Marta, mujer víctima de violencia de género. ¿Por qué decidiste abordar esta temática?
Tuve muy claro que quería que la protagonista fuera una mujer. Apareció Marta en escena. Quería aportar mi granito de arena para erradicar esa lacra social. La violencia de género se convirtió en el hilo conductor de esta novela policíaca de crecimiento personal.
4. En tus dos novelas aparecen personajes ciegos. ¿Qué le dirías a una persona que por prejuicios nunca se haya dirigido a ellos?
Las personas ciegas que conozco han enriquecido mi vida y son un gran regalo. Te cuentan experiencias imposibles a los ojos de las personas videntes. Siento una gran admiración hacia ellos. Anhelo que normalicemos su vida. Ellos dicen: «Luego nos vemos, estoy leyendo un libro, etc». Al principio parece extraño. Nuestro reto es dirigirnos a ellos como a una persona vidente, con toda normalidad.
5. En la presentación de Quart de Poblet una persona a la que llevas ayudando varios años confesó que había perdido el miedo a decir «te quiero». ¿Por qué generan tanto respeto esas dos palabras?
Por nuestra reducida educación emocional. También, por el constante martilleo desde pequeños para reprimir los sentimientos. Decir «te quiero» se ha convertido en complicado, pero son solo dos palabras que suelen ahogarse antes de llegar a la garganta. Por suerte, se puede entrenar y, cuando consigues que forme parte de tu saludo diario, recibes inmensos beneficios en tu cuerpo y tu mente.
6. Cambiar para disfrutar es una organización ficticia, en tus libros, que ayuda de manera altruista a las personas a evolucionar. ¿En la vida real existen organizaciones como la que describes?
No conozco organizaciones que lo lleven a cabo, pero hay gente maravillosa que lo hace de forma anónima. Es mi proyecto de vida. Lo he creado en la ficción, pero me encantaría formar parte de algo similar en la vida real y con adultos. De momento, colaboro como voluntario con adolescentes y jóvenes para que crezcan emocionalmente y aprendan a ser felices. El futuro está en sus manos. Pasito a pasito podemos crear un entorno mejor. Me gusta cerrar mis charlas diciendo desde el corazón: «Hagamos entre todos de éste, un mundo mejor».
7. En esta ocasión has escrito una novela policíaca. ¿Por qué crees que es un género que interesa tanto en España?
Lo que suele buscar la gente con la lectura de una novela es el entretenimiento. La novela policíaca añade la tensión de la violencia o de la muerte y la investigación sumergida en suspense para atrapar al agresor. No sé cuáles son las causas de su éxito, pero es indiscutible que es un género que atrae a muchas personas.
