La lectura es su gran pasión. Gracias a ella decidió tomar el hábito de escribir a diario. Esa decisión le permite sobrellevar mejor la fibromialgia. Se trata de una enfermedad que le impide realizar actividad física intensa. En ocasiones hasta levantarse de la cama.
La escritura le ayuda a sobrellevarla. Lo hace con el impulso de sus dos hijos, de 27 y 22 años. «Mi mejor proyecto de vida», reconoce. También cuenta con tres peludos: Polo, Loki y Joy, dos caniches y un golden retriever.
Esa costumbre de escribir cada día la catapultó a publicar Secretos encerrados. Es una novela plagada de misterios que descubrimos a través de los ojos de Eloísa. La protagonista, de cincuenta años, vive marcada por un pasado tenebroso que revive gracias a su diario de adolescente. Combina una trama actual con otra que nos lleva a los ochenta.
1. ¿Por qué decidiste firmar bajo el pseudónimo de Christine Lage?
En un principio no iba a mostrar mi imagen. Me daba un poco de vergüenza publicar un libro «a mi edad», qué iba a decir la gente, etc. Pero tras darle una vuelta, cambié de opinión. Las personas que realmente me importan: mis hijos, mis padres y mis amigos, estaban orgullosos de ello, así que decidí no ocultarme. La idea del pseudónimo me gustaba por otras dos razones así que me la quedé.
Christine es Cristina en francés. Lo elegí como homenaje a mi país de origen (Suiza). Nací en Lausana, cantón francés, y era una forma de recordar mis raíces. Lage es el segundo apellido de mi madre. Mi abuela materna murió muy joven, dejando ocho hijas en edades muy tempranas. Tuvieron que buscarse la vida como pudieron durante la Guerra Civil y la posguerra. Así que Lage es en honor a mi madre y mis tías, y, por supuesto, a esa abuela que no conocí.
2. En Secretos Encerrados abordas la maternidad desde diferentes miradas. ¿Qué te impulsó a ello?
Supongo que la experiencia tanto mía como de gente de mi alrededor. La figura de la madre es fundamental en la crianza de un hijo. Es la persona, junto con el padre, que guía al niño en sus primeros años.
En el caso de Eloísa, le fallaron los dos, y eso forjó su carácter. Por desgracia, en la vida real, hay casos muy dramáticos con madres mucho peores que Elena. Abuelas peores que Agatha espero no haya muchas (risas).
«Lage es el segundo apellido de mi madre. Lo llevo en honor a ella, a mis tías a y a mi abuela»
3. Eloísa es una mujer de cincuenta años que protagoniza un thriller. ¿Echas de menos historias contadas por mujeres en esa franja de edad?
Mucho. Tanto que en las otras dos novelas que tengo en marcha, sus protagonistas también tienen sus cuarenta y largos. Creo que hay una edad en la que la mujer se vuelve un poco invisible. No debería ser así. Por mi parte, intentaré que mis protagonistas sean realistas, sigan teniendo sueños, ilusiones, esperanzas, pero todo desde una perspectiva más madura. Una mujer de cincuenta años no puede pensar como una de veinte, aunque sí que puede enamorarse con la misma pasión. ¿Por qué no?
4. La figura de los psicólogos la tratas con naturalidad. ¿Es algo común en tu entorno? ¿O crees que sigue siendo un tema tabú decir que alguien va al psicólogo?
Sí y sí. Es algo totalmente cotidiano para mí. Sufrí depresión post parto después de tener a mi hijo, con 28 años. Acudí por primera vez al psicólogo. A partir de ahí se convirtió en algo cotidiano cuando la vida me daba algún revés, o cuando mi mente se saturaba. Iba al psicólogo o al psiquiatra, dependiendo de la situación. Es algo que tenemos que desestigmatizar. Además, en estos tiempos que corren, cada vez son más necesarios. Por desgracia aún hay mucho tabú alrededor de este tema. Hay mucho camino por recorrer. Hacen falta más campañas, y sobre todo más recursos económicos en Sanidad, para Salud Mental.
«Los psicólogos y psiquiatras son cada vez más necesarios. Por desgracia aún hay mucho tabú alrededor del tema»
5. Uno de los sueños de Eloísa es crear un centro para enfermos mentales. ¿Echas de menos mayor visibilidad a este tema en España?
Sí. Además, considero que es un problema grave. Existen pocas instituciones para enfermos mentales, y hay más de los que nos pensamos. Es una realidad, a veces con patologías muy graves. A menudo las familias no pueden hacerse cargo de ellos. Ya sea porque necesitan que un profesional los controle, porque los padres se hacen mayores, se mueren… y ellos se quedan solos. Muchos no son, o no deberían ser independientes y ahí viene el problema. ¿Qué se hace con estos enfermos? Sólo nos preocupa cuando un caso puntual sale en el telediario porque cometió una atrocidad… pero hay muchos otros que viven en precarias condiciones. No son capaces de hacerse cargo de ellos mismos, de tomar su medicación, de llevar una vida regular, etc. y a ellos no se les da visibilidad.
6. ¿Cuál es la mayor satisfacción que te ha dado la novela?
Lograr completar el proceso. Ser capaz de terminarla, verla publicada y encontrarme las críticas positivas que de momento está teniendo. He disfrutado mucho del camino. Además, Eloísa me acompañó en un momento muy delicado en mi vida. Para mí siempre será especial.
«Existen pocas instituciones para enfermos mentales, y hay más de los que nos pensamos»
7. ¿Qué proyectos tienes para el futuro?
Tengo dos libros comenzados. Me pasa como en la lectura, dependiendo de mi estado de ánimo, escribo un género u otro.
El crimen del Beyu es un thriller. Está ambientado en una ruta mitológica asturiana, la ruta del Beyu-Pen. En ella suceden una serie de asesinatos, que resolverá el comisario Basil. Lo hará con la ayuda de Paula, una cirujana cardiovascular, mamá de uno de los niños desaparecidos. He ido colgando el borrador en mi blog. Ahí podéis leer la primera parte del libro.
El segundo es Las desventuras de Aurora. Se trata de una novela de ficción contemporánea. Cuenta la vida de una mujer de cuarenta y tres años, que debe regresar al pueblo del que salió hace tiempo jurando no regresar. Debe enterrar a su hija, víctima del Covid-19. Hace años que no tenían relación, pero eso no quita que sea lo que más quiere en su vida. Su hija, le deja un regalo, que hará muy feliz a Aurora. Además, también conocerá las mieles del amor con un compañero de trabajo, Pablo. Pero no todo será de color de rosa, hay espinas, y un sapo, gordo y feo. También existe un misterio en este libro. Me encantan los secretos, no lo puedo remediar… Y hasta ahí puedo leer (risas).
«Ahora mismo tengo dos libros en marcha. En función de mi estado de ánimo escribo un género u otro»
8. Como sé que te encanta leer. Me encantaría que nos dijeses un libro que te haya marcado.
Va a ser difícil quedarme con uno solo. Pero uno de los libros que recomiendo mucho es: El tren de los huérfanos, de Christina Baker Kline. A mí ya me conmovió la portada. Aparece una niña pelirroja de pelo corto con unos enormes y tristes ojos verdes y la carita llena de pecas. Me tocó el corazón.
Una vez que te sumerges en la lectura, conoces a una anciana (Vivian) que va relatando su historia a la vez que revisa sus recuerdos almacenados en un desván. Cuenta con la ayuda de Molly, una joven de 17 años que no va por buen camino. Vivian y su desván, es su última oportunidad para no terminar en un centro de menores. La relación que se va forjando entre ellas dos y la conmovedora historia de Vivian hizo que este libro fuera muy especial para mí.
Podría decirte muchos autores autopublicados que he descubierto en 2021 y me han acompañado dejándome muy buen sabor de boca. Lara Blanc, Mayblack Smith, Carmen Arteaga, Mónica Gómez (escribir-en-byn) y por supuesto tú (Uiso Crespo) con La canción de nuestro verano.
Con vosotros descubrí lecturas muy bonitas, con una pluma espectacular. Además, hay variedad en mis recomendaciones: risas, drama, algo de misterio, historia…. Un poco variado.
