Has escrito un libro. Has planteado la historia. Has creado los personajes. Has marcado un tono. Vale, ¿y ahora qué? ¿Qué hacemos? Toca decidir qué título le ponemos al libro.
Es una decisión clave. Te va a ayudar a posicionarlo en los principales motores de búsqueda y en la mente de tus potenciales lectores. Por eso voy a contarte todo lo que he aprendido al respecto. Así que vamos a ello.
¿Para qué nos sirve?
Principalmente para tres cosas que te explico a continuación:
Identificar el título
Es lo más básico. Lo sé. Pero sin un título, ¿cómo identificaríamos un libro? Necesitas uno que sea original, que llame la atención y que tus potenciales lectores encuentren una motivación para leerlo.
Te animo a anotar todos los posibles títulos que se te ocurran. Hazte una lista extensa para luego elegir. Selecciona cuatro o cinco y pregúntales a tus lectores cero, familiares y amigos. Quizás puedan ayudarte a tomar la decisión. Ah, sí han leído el borrador será más fácil que escojan uno que se ajuste.
Por esa razón presta especial atención a la valoración que hagan tus lectores cero. Ellos conocen la historia. Por ese motivo su elección del título habrá que escucharla con cariño. Luego, pregúntales por qué han escogido ese y no otro.
De qué va
Sitúa al lector en el contenido. En los ensayos suele ser más sencillo. Por ejemplo, Cambiar para disfrutar es un título que hace referencia al crecimiento personal. De un solo vistazo podemos apreciarlo.
Te pongo un ejemplo de ficción: Los juegos del hambre. Con el título podemos intuir que mezcla la pobreza con una competición. No sabemos nada más, pero ya estamos situados en la temática.
Esa es la esencia que debemos captar con nuestros títulos. En el caso de que no quede claro podemos añadir un subtítulo que nos amplíe la información.
Suscitar el deseo de leerlo
Necesitas crear expectación con el título. Deja caer algo que se resolverá en la trama. Por ejemplo, La ladrona de libros. Al leer ese título te preguntas: ¿Hay una ladrona? ¿Por qué? ¿Qué ha pasado? ¿Por qué roba libros?
Otro ejemplo: El código Da Vinci. ¿Qué código? ¿De qué época es? ¿Cuándo se inventó? ¿Fue idea de Da Vinci? Son muchas preguntas que incitan a leerlo para descubrirlo.
Piensa en cómo puedes ajustarlo a tu próximo libro.
¿Qué debemos evitar?
Cuidado con lo que viene en las siguientes líneas:
Títulos que ya existen
Esto es muchísimo más importante de lo que parece. Cuando hayamos decidido nuestro título debemos hacer una búsqueda exhaustiva para ver si existe. Miramos en el catálogo de Amazon, en bibliotecas, en Google… Debemos asegurarnos que nadie haya publicado nada con ese título. Una vez lo tengamos claro lo registramos.
¿Qué pasa si el título ya existe? Lo primero es que genera dejadez en la creatividad. Habrá gente que incluso pueda pensar que es una copia del original. Es un punto que debemos cuidar.
Además, va a ser muchísimo más difícil de posicionar. Si hay cuatro autores que han publicado con el mismo título, ¿cuál saldrá primero? El que mejor trabajo de posicionamiento haya realizado. Por eso, si tu título es inédito será mucho más sencillo que la gente lo encuentre.
Títulos muy abstractos
Asegúrate de que tu título se entienda. En caso contrario, añádele un subtítulo. Hay obras muy buenas que por no realizar bien este paso apenas se han leído.
Amazon KDP te da la posibilidad de hacerlo. Al subir tu archivo debes rellenar una serie de campos. Uno de ellos es el subtítulo. Añádelo ahí para posicionarlo mejor. Después, en las palabras clave busca otros términos que te ayuden a impulsar tu libro.
Errores en el subtítulo
¡Cuidado con esto! Por favor, no engañemos a los lectores. No pongamos «best seller» cuando todavía no ha salido a la venta. Tampoco digamos «novela negra» si la trama va sobre unos adolescentes que viajan en busca de un tesoro.
Es muy importante que cada autor sepa sobre qué escribe. Fijémonos en libros similares al que vamos a publicar. Dediquémosle un tiempo a investigar.
Cosas a tener en cuenta
Subtítulo explicativo
En la ficción muchas veces encontramos títulos que necesitan ir acompañados de subtítulos. ¿Por qué? Porque por sí solos no se entenderían.
Te pongo un ejemplo de una película que me encanta. Mrs. Doubtfire. ¿A qué te suena? A que la protagonista es una mujer mayor. Nada más, ¿verdad? Por eso en España se tituló como Señora Doubtfire, papá por sorpresa. Ese pequeño subtítulo ayuda a situar al público en el contexto.
Nos está diciendo que la señora Doubtfire tiene algún tipo de unión con un padre. Quizás, hasta sea la misma persona. Ese simple detalle ayuda a que la percibamos como la comedia que es.
La película ‘Señora Doubtfire, papá por sorpresa’ necesitaba de ese subtítulo para atraer al público
Si estás pensando en publicar una novela cuyo título sea el nombre de una persona te animo a darle una vuelta. Piensa en un subtítulo potente que ayude a situar al lector. O fíjate en este ejemplo: Alicia en el país de las maravillas. Si dejáramos solo su nombre nos quedaríamos a medias.
El lector necesita esa información. Puedes utilizarla solo para posicionarla en Google o Amazon. No es necesario que aparezca en la portada de tu libro si no quieres.
Es justo lo que hice con Despertar en Soria. Le añadí como subtítulo: una novela romántica marcada por la nostalgia. El usuario de Amazon ya sabe qué se va a encontrar si decide leerla.
Fácil de recordar
Necesitas que la gente lo recuerde con facilidad. Para ello busca uno lo más sencillo y corto posible. Entre tres y cinco palabras sería lo ideal. Ten en cuenta que cuanto más largo sea más posibilidades habrá de que se olvide.
Palabras clave
Una vez hemos elegido el título y subtítulo toca rellenar las palabras clave. ¿Cómo las elegimos? Te animo a bucear en el buscador de Google y Amazon. Por ejemplo, teclea «novela romántica» sin darle al enter. Es probable que te salgan palabras relacionadas: «erótica», «contemporánea», «juvenil», «adulta»…
Utiliza aquellas palabras que tengan relación con tu novela. Te ayudará a que tus potenciales lectores te encuentren.
Si tienes cualquier tipo de duda o necesitas ayuda escríbeme un correo. Nos leemos pronto.
